martes, 29 de mayo de 2012

Breakfast at Tiffany's

"No soy Holly, ni siquiera Lullaby, no sé quién soy. Soy como éste gato, somos un par de infelices sin nombre, no pertenecemos a nadie ni nadie nos pertenece, ni siquiera el uno al otro."


Pobre Holly... Aquella escuálida y bonita mujer por fuera, con una increíble fuerza aparente, capaz de conquistar a cualquier hombre y conseguir que se hiciera exactamente lo que ella quería sin comprometerse nunca con nada ni con nadie.
En el fondo, una niña caprichosa que no quería ataduras, libre cual pequeño sin más preocupaciones que ir al colegio, hacer los deberes y ahorrar para comprar dulces.
Sinceramente, creo que muchas y muchos la envidian o deberían hacerlo, pues no conozco a nadie con mayor libertad de cualquier tipo que ella.
Algunas chicas (y desgraciadamente conozco a demasiadas que lo hacen), solo admiran el físico de Audrey Hepburn, con esa elegancia "natural", en el fondo muy trabajada, propia de la actriz. Yo, personalmente, al principio he de reconocer que también me fijé en su vestuario, sus peinados, como está en mi natural observar para coger ideas (no lo hago a propósito, nací así (; ), pero el trasfondo del personaje de la novela de Truman Capote me cautivó desde el principio.
Además, me sentí muy identificada con Holly. Siempre he pensado como ella. Nunca me preocupó tener o no tener novio, no me dejé llevar por lo que hacían las masas (no es que me revelara contra ellas, sino que intentaba aprovechar lo bueno de cada cosa nueva que descubría), siempre estuve bastante segura de mí misma, no creí en el matrimonio, no quise tener hijos... En definitiva, ser yo misma y solo yo contra el mundo.
No es que haya cambiado mi forma de pensar, para nada, pero creo que me ocurrió algo que me dió un pequeño toque de atención.
A aquellas chicas (en mi opinión un tanto anticuadas) que se muestran constantemente obsesionadas con la búsqueda y captura de un novio o marido para sus futuros hijos me gustaría darles un consejo: Aunque creáis que en ese echo se encuentra la llave hacia la felicidad, en ese simple echo que os obsesiona... ¡Allí no está!
Si de verdad queréis encontrar a alguien que os comprenda, os respete, que no os juzgue, e incluso que os quiera... Solo tenéis que ser vosotras mismas. Cuanto más relajadas estéis, cuanto menos penséis, cuanto más intentéis buscar la felicidad de los demás y la vuestra propia, más gustaréis a todo el mundo y si no les gustáis... ¿Qué importa si vosotros/as sois felices?. Igual no encontráis la pareja perfecta o los amigos y amigas que saben lo que te pasa solo leyéndote el pensamiento (ya os adelanto que esto no es Disney Channel, es la vida real) pero será vuestro chico/a, y vuestros amigos, y os querrán como seguramente nadie os querrá jamás, y entonces será cuando comprendáis lo que significa de verdad sentirse feliz.
No busquéis la situación perfecta y estar preciosas en el momento adecuado (si lo estáis, excelente, pero no es algo que deba preocuparos), tan solo sed vosotras mismas, porque ¿llorar por esto?, no princesas, que se os cae la corona.
Sed fuertes, como nuestra Holly Golightly, sed vosotras mismas, pero también haced como ella, y aunque penséis que ya es tarde, debéis aceptar el amor, la felicidad o las oportunidades únicas cuando vienen, y no cuando vosotros y vosotras creáis que es el momento, porque para entonces se os habrá escapado de las manos.
Aquí, para despedirme, como no he encontrado el trailer de la película en español (ni siquiera en inglés subtitulado) os dejo un vídeo con el inicio de la película, que es ya todo un mito!
Disfrutad de todo, chicos, y hakuna matata!!


2 comentarios:

  1. un clasico genial.

    te sigo desde ahora y te invito a mi sorteo de un bikini

    http://losviajesysibaritismosdeauroraboreal.blogspot.com.es/2012/07/hola-queridos-seguidors-tengo-un-super.html

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