viernes, 10 de agosto de 2012

Llamémosle "felicidad"

No son muchos los temas que podríamos considerar "comunes" a toda la humanidad. Es decir, sí que hay temas que nos incumben a todos, por supuesto, pero a lo que me refiero con "comunes" es a que todos y cada uno de nosotros queremos lo mismo respecto a un tema global.
Cada uno a su manera, pero... Todos tenemos en definitiva el mismo objetivo: Ser felices.
A unos les parecerá haber encontrado la felicidad en el dinero y el lujo, a otros en el sexo, a otros en el amor, a otros en la amistad, y así todas las variantes que podáis imaginar, pero la cuestión que nos tortura es... ¿Cómo podemos conseguir ser felices de verdad?
Seguro que todos conocemos casos (o simplemente hemos visto películas) de gente que ha dedicado su vida a trabajar y trabajar sin parar y finalmente ha conseguido hacer fortuna, lo que siempre habían soñado... ¿Y ahora qué? Comienzan a sentirse solos, creen que la gente que les rodea solo les quiere por su dinero (en muchos casos es así, no lo niego) y entonces, ¿no son felices con lo que creían que iban a serlo?
En ese momento, nosotros, los espectadores, los que conocemos esa historia que no es nuestra nos preguntamos si algún día conseguiremos ser felices, ser completamente felices.
Mientras nos hacemos tantas y tantas preguntas nuestra vida pasa... Vuela ágil cual pluma al viento, y de repente nos damos cuenta de que aquella pluma que sosteníamos entre nuestras manos hace tan solo unos instantes se ha perdido en la infinidad del cielo y ya no nos queda tiempo.
En mi opinión debemos disfrutar de la vida a cada instante que pasa, empaparnos de las pequeñas cosas que nos suceden, deleitarnos con la compañía de la gente estupenda a la que conozcamos, sentirnos a gusto con lo que nos sucede en el momento en el que sucede, y por fin un día, miraremos atrás y nos diremos: Sí, disfruté de lo poco o mucho que tenía, y aunque tuve que soportar momentos difíciles ahora puedo decir en voz alta que he sido feliz en esta vida.
También creo (aunque todo esto es tan solo una opinión personal que no tenéis por qué tener en cuenta, claro) que todos podemos ser felices. Por supuesto depende de la persona, está en cada uno de nosotros el poder ser felices porque la felicidad no es algo momentáneo que se pueda conseguir comprando un coche nuevo y estando contento ese día y el siguiente, sino algo que se consigue sacándole una sonrisa a alguien especial un día, otro día presentándote en una cena familiar cuando nadie te esperaba y sonreír al ver la cara de la gente que te quiere... Cada día una pequeña dosis de felicidad puede llegar a proporcionarte un día el resultado final.

Smile :)

Hay algo que no me queda claro en todo esto, una pregunta para la que no tengo respuesta. ¿Podemos ser... Felices a medias? ¿Ser más o menos felices?
Posiblemente no. El diccionario de la Real Academia Española de la lengua define el término felicidad como "Estado de ánimo de la persona que se encuentra plenamente satisfecha al tener lo que desea"; es decir, estado de ánimo de alguien que es plenamente dichoso o feliz, que supongo que está eufórico por dentro... Aunque no estoy del todo segura, no creo que existan medias tintas en esto de ser feliz.
Para finalizar esta reflexión que espero que os sirva para comeros la cabeza me gustaría dedicarle esta entrada al señorito Sergio Haro, porque aunque nos conocemos desde hace poco es una de esas personas que sabe como hacer sonreír tan solo con su sonrisa. Además, aparte de haber tenido la genial idea del tema de esta entrada, es un chico estupendo que espero que aprecie el esfuerzo que he hecho escribiendo esta entrada con un teclado sin "ñ" ni acentos :) Ah! Y me estoy planteando seriamente raptarlo y llevármelo a Zaragoza conmigo ;)



Después de todo este rollo solo me queda una última cosa que deciros: Sed felices y... Hakuna matata!