lunes, 21 de mayo de 2012

Un pelín mitificadas...

Adoro el cine clásico.
Soy de las que, con dieciocho años, pienso que ya no se hacen películas como las de antes.
Bueno, tampoco es eso, pero a lo que me refiero es que no es lo mismo ver a Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en "Casablanca" que ver una película actual, peor aún si es americana.
Teniendo en cuenta las excepciones (que las hay, como en todo), por regla general y según mi  parecer el cine actual es 90% comercial y, recalco, americano.
Vemos películas banales, sin un buen guión, ni buenos actores, para que nos tengan entretenidos un par de horas y a los quince minutos de salir del cine la hayamos olvidado; ¿pero sabéis que es lo peor de esto?
¡Pagamos por verlas! y no un euro, ni dos, ni tres, ¡sino seis!
Pero la culpa no es de las productoras cinematográficas, claro que no... Es nuestra por no ser un público exigente como eran antes.
El siglo de oro cinematográfico está lleno de auténticos... ¿cómo denominarlos?... 
Auténticos actorazos.
Marlon Brando, Humphrey Bogart, Paul Newman, Jimmy Stewart, Cary Grant, Henry Fonda y muchos más pertenecerían al bando masculino.
En cuanto al femenino, es el caso de Elizabeth Taylor, Katharine Hepburn, Grace Kelly, Lana Turner, Bette Davis, y cómo no, las adoradas Marylin Monroe y Audrey Hepburn (demasiado mitificadas en los últimos tiempos).
Son sólo algunos ejemplos que, si soy sincera, no podría comparar con según que actores de actualidad, porque ya se sabe que las comparaciones son odiosas.
Ellos no fueron únicamente buenos actores/actrices, además consiguieron el rango de estrellas, que no todos los buenos actores consiguen. Tenían algo especial (elegancia natural, por ejemplo), algo que les hacía diferentes del resto de los mortales, y por lo que yo, sin duda alguna, habría pagado gustosamente seis euros por ver.
Buenas noches, y mañana será otro día!
Añado un regalito para vosotros (;





Casablanca, 1942

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